sábado, 7 de junio de 2025

Comunicar y redactar

 

COMUNICACIÓN Y REDACCIÓN

1 El Estado, a través del poder ejecutivo, dota al ministerio del interior y seguridad pública, para que se encargue de las políticas públicas Las personas se comunican con una intención específica, ya sea para llegar a un lugar, conseguir ayuda, conocerse, ya sea para realizar un trámite. A partir de ahora, llamaremos a esto la "Intención Comunicativa", es decir, lo que queremos lograr con nuestras palabras, ya sean escritas o habladas.

2 El contexto es la situación en la que tiene lugar la comunicación, lo que nos lleva a tener contextos formales, serios, alegres o solemnes. Lo crucial no es el contexto en sí, sino nuestra capacidad para adaptarnos a él. Las circunstancias en las que se desarrolle la comunicación nos proporcionarán pautas sobre cómo relacionarnos. Un almuerzo con colegas será un contexto mucho más relajado que una reunión de presupuesto, incluso si participan las mismas personas.

3 Los textos escritos, a diferencia de la comunicación verbal, están planificados y tienden a ser más ordenados, ya que los textos hablados no se pueden corregir en el momento. En un texto escrito, no podemos pedirle al autor que nos explique algo que no entendimos a la primera. Por lo tanto, debemos establecer las bases para comprender cualquier texto, y eso implica un orden: primero identificaremos el TEMA, luego diferenciaremos las IDEAS SECUNDARIAS de la PRINCIPAL. Este proceso mental se conoce como comprensión lectora y establecerá las bases para leer y comprender de manera más eficaz.

 

Pragmática de la comunicación

 Existen muchas teorías que abordan el fenómeno de la comunicación desde distintas aristas. En nuestro caso, nos acercaremos a la comunicación desde una perspectiva pragmática. ¿Qué quiere decir?, que nos centraremos en aquellos factores que influyen en la interpretación de un mensaje.

Revisemos algunos conceptos que utilizaremos de ahora en adelante:

             Emisor: Persona que produce un mensaje con una intención especifica.

             Destinatario: Persona o personas a las que el emisor dirige su mensaje

             Interlocutores: se denomina así a quienes participan de la situación comunicativa, ya sea emisor ya sea destinatario.

             Mensaje: También llamado enunciado, es aquello que se desea comunicar, ya sea de manera verbal ya sea de manera escrita.

             Texto: Conjunto coherente de enunciados, verbales o escritos.

 Cada vez que nos relacionamos con una o más personas, para transmitir un mensaje, se genera una situación comunicativa. En esta situación, operan varios factores, para que se logre entregar el mensaje, por parte del emisor, y comprenderlo, por parte del receptor.

1 Intención comunicativa: es el acto de querer comunicar algo. Y es también el objetivo de nuestra comunicación, lo que queremos decir de manera conceptual

2 Contexto: las circunstancias, espaciotemporales, específicas de la situación en la que se lleva a cabo la comunicación.

3 Relación social: qué tipo de relación interpersonal tienen entre sí los interlocutores

4 Información pragmática: los conocimientos, opiniones, creencias, prácticas, culturas que comparten o diferencian a los interlocutores

 

Ilustremos todo con un ejemplo:

Un abuelo llama a su nieta porque tiene problemas con el celular. El abuelo dice que el teléfono no suena como antes y que, si bien las llamadas le llegan, su celular ni siquiera vibra. Su nieta le dice a su abuelo que revise que su celular no vaya a estar en “modo avión” y le explica cómo resolverlo. Una vez solucionado el problema, el abuelo le dice que pensó que había que repararlo, a lo que su nieta le responde que no pasó nada grave.

La intención comunicativa, el contexto, la relación social y la información pragmática operan de manera simultánea en esta situación comunicativa.

 Intención comunicativa

 El emisor debe ser consciente de la intención de su mensaje para poder elegir el canal, el formato y el contenido adecuados. Por ejemplo, si queremos informarle algo a nuestra jefa, trataremos de ser precisos, claros y trataremos de usar un vocabulario técnico, y de evitar modismos. Ahora bien, si nuestra intención es pedirle un favor a un amigo, utilizaremos un lenguaje más emocional, de confianza y Por lo tanto, amistoso.

Debemos reconocer que, cuando hablamos y escuchamos a otras personas, existen intenciones detrás de esos mensajes. Eso no significa que somos “interesados”, sino más bien demuestra que nos comunicamos para que se concreten acciones: a una pregunta del tipo “¿Perdone, podría pasarme la sal?” no le corresponde una simple respuesta del tipo “Sí” (y ningún movimiento), sino más bien una respuesta “Sí, aquí la tiene” o “Tenga”, con un movimiento que facilita el salero a quien lo pide. La intención del emisor no es conocer la capacidad de “traslado” de la sal del receptor (o el grado de molestia que le causa ese traslado); la intención del emisor es pedir la sal (con un acto educado, cortés, indirecto) (Payrató, 2018).

Dependiendo de la acción que buscamos conseguir, nuestro mensaje se elaborará para lograr esa intención con la mayor efectividad posible. Veamos el siguiente recuadro:

 A veces, tenemos que reconocer que las personas pueden no ser directas con su intención comunicativa, por diversos motivos. Por ejemplo, a una pregunta como ¿qué haces el fin de semana? la intención no es saber cada una de las cosas que hará el destinatario durante todo el fin de semana, sino más bien saber si está disponible para un panorama o una cita. Lo mismo va a suceder con la expresión ¿ustedes no tienen frío?, en donde la o el hablante no busca saber con exactitud quienes tienen frío y quienes no. Probablemente, su intención es que o apaguen el aire acondicionado, prendan la calefacción, cierren la ventana, etc.

Por ello, es clave que podamos ser capaces de declarar de manera clara nuestras intenciones, y también que seamos capaces de desarrollar la capacidad para reconocer aquellas intenciones más implícitas. Por lo mismo, para poder comunicarnos de manera eficaz, con las personas, es importante saber leer al resto y preguntar si no nos queda claro la intención o el mensaje que se nos quiere comunicar.

Antes de continuar con la lectura, reflexionemos:

 

¿Qué problemas nos puede traer el no dejar clara nuestra intención comunicativa?

Contexto comunicativo

 Uno de los elementos cruciales durante la comunicación es el contexto, ya que el lugar y el momento proporcionarán indicaciones sobre normas lingüísticas, expectativas sociales y culturales. Estas variables, a su vez, ejercerán influencia sobre las decisiones del emisor al elaborar su mensaje, como se ilustra, por ejemplo, en la elección del registro de habla, del tono de voz, del uso de pronombres como tú o usted.

Cotidianamente, nosotros nos vamos adaptando a los contextos, eso quiere decir que sabemos y conocemos las pautas sociales y culturales, según las cuales debemos actuar en ese espacio-tiempo. Una misma instancia social como un funeral de un ser querido puede tener distintas lógicas actitudinales y comunicativas, dependiendo de la cultura. En algunos casos, el contexto será serio, silencioso. En otros casos, incluso puede que sea festivo, alegre, con mucha interacción social.

 

Lo importante es que comprendamos que el contexto es uno de los elementos que más determina el cómo nos debemos comportar conductual y comunicativamente. El adjetivo calificativo “desubicado” utilizado comúnmente en países latinoamericanos, según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), significa: “Dicho de una persona: Que no se comporta de acuerdo con las circunstancias y hace o dice cosas inoportunas o inconvenientes” (2023, definición 1) Es decir, hace alusión a que cuando no somos capaces de comunicarnos conforme al contexto, no encajaremos en la situación comunicativa.

Niveles de información

 Cualquier texto, oral o escrito, está formado por palabras. Veamos el siguiente texto:

Efectivamente, todo texto está compuesto por palabras, pero no es solo una serie de palabras. Un texto se estructura a partir de varios niveles de sentido. Cada uno es fundamental para que el producto final, el texto, sea comprensible, y ese será nuestro objetivo final porque ¿quién no quiere ser leído o escuchado y, sobre todo, comprendido?

El nivel básico de sentido es la palabra. Debemos elegirlas adecuadamente y ubicarlas en la posición exacta dentro de la oración. Se espera que cada oración presente una idea clara que no sea confusa. Debe estar bien construida y secuenciada, esto es, que se conecte bien con las demás.

 

El conjunto de oraciones en torno a una misma idea central dará forma a un párrafo. Párrafo a párrafo se irá formando un texto más extenso. En una primera instancia, podemos imponernos reglas, como que cada párrafo tenga diez oraciones o cien palabras. Esto nos ayudará a organizar nuestras ideas y ayudará también a nuestros futuros lectores a anticiparse: sabrá más o menos qué esperar del texto.                                                       

La palabra texto tiene su etimología, es decir su origen, en la palabra del latín textus que significa tejido o enlace. Para poder ilustrar de manera menos abstracta lo que estamos hablando, es importante volver al origen de la palabra. Un telar o una manta tejida está compuesta por hilos (las palabras) que se van entrelazando (oraciones) y van armando segmentos (párrafos) que se van uniendo de manera lógica, para terminar en un tejido completo.

 Sigamos con la analogía, si un tejido posee hilos que salen hacia fuera, secciones mal unidas, o está descuadrado, diremos que está “mal confeccionado” lo mismo nos sucede con los textos o discursos, cuando están mal redactados.

 

Texto, párrafo, oración y palabra

 TEXTO:                PÁRRAFO:                          ORACIÓN:                          PALABRA:

Corresponde a la unidad final y completa, de sentido y estructura, con inicio, desarrollo y fin.

 

La comprensión lectora

 Cuando hablamos con alguien y no entendemos algo, podemos pedirle que nos repita o que vuelva a explicar. Cuando leemos, no. Es decir, es un fenómeno que depende de nuestra comprensión, de cuánto seamos capaces de entender lo que leemos y de cuán bien pueda expresarse de manera escrita quien escribió. Este material es un ejemplo de ello, puede suponer mayor o menor dificultad, dependiendo de la persona.

Diferencias entre leer y conversar

Leer       Conversar

Proceso que puede iterarse.     Ocurre en un momento específico.

No podemos interrogar al autor/a.         Podemos hacerle preguntas al interlocutor.

Suelen utilizar palabras más técnicas.    Uso de palabras cotidianas.

Posee un orden estructurado,  Puede ser desordenada.

Daniel Cassany, experto en lectura y redacción, nos afirma, en su texto Laboratorio Lector, que:

 

 

La comprensión no es un fenómeno categórico, de blanco o negro, sino que tiene un abanico amplio de grises más o menos oscuros. Podemos entender un escrito solo un poco, con más detalles o del todo. Algunos textos ofrecen varios planos de comprensión, cada vez más profundos (…) Puede haber varias interpretaciones, e incluso pueden ser también parcialmente apropiadas, pero siempre hay una que resulta más significativa, que muestra más coherencia que el resto (Cassany, 2018).

Nuestra intención, en este material de estudio, es generar bases y estrategias, para que podamos comprender mejor los textos.

 

Siguiendo lo planteado por Cassany, podemos distinguir tres niveles de lectura:

Literal (leer las líneas)

La comprensión literal hace referencia al significado semántico, al que deriva del diccionario: a comprender los referentes de los pronombres o a relacionar el sentido de cada frase con la anterior y la posterior.

Inferencial (leer entre líneas)

La comprensión inferencial hace referencia a recuperar los implícitos: todo lo que se da a entender sin explicitarse (el significado pragmático)

Crítica (leer tras las líneas)

La comprensión crítica hace referencia a la intención que se proponía el autor del texto, según el momento histórico en que se publica el texto (o lo escribe el autor y lo lee el lector), según los destinatarios a los que se dirigía, etc. Puede considerarse un significado político (Cassany, 2018).

Es decir, primero debemos ser capaces de leer y comprender aquello que está ahí, que es explícito. La comunicación no siempre será 100% explicita y literal, por lo que, a veces, para llegar a la intención de la otra persona, tendremos que inferir, concluir e interpretar su mensaje.

Literal                 

Ejemplo: Cifras, afirmaciones o dichos de alguien en una noticia publicada en Twitter.

Inferencial                        

Ejemplo: Inferir la orientación política del periodista que redactó la noticia publicada en Twitter.

 Crítico                

Ejemplo: Corroborar y comparar la noticia de Twitter con otras fuentes, para formar una postura sobre los hechos.

Antes de continuar con la lectura, reflexionemos:

 

¿Cómo crees que la habilidad de comprender un texto en los niveles literal, inferencial y crítico podría influye en la forma en que las personas se relacionan con la información presente en los medios de comunicación?

Tema, ideas principales e ideas secundarias

 Ahora, ¿qué es lo que quiere comunicar un texto? Para averiguarlo, tendremos que identificar tres elementos clave. Veámoslo con el siguiente ejemplo:

El primer elemento clave responde al asunto que trata el texto: su contenido, la materia que expone, argumenta o narra. En otras palabras, debemos identificar el tema. Para hacerlo, podemos preguntarnos ¿de qué habla el texto? La respuesta debe ser un concepto global, sin muchos detalles. Por ejemplo: “Habla sobre el medioambiente”.

El segundo elemento será identificar ¿qué dice el texto sobre el tema? Si seguimos con nuestro ejemplo, podemos decir que “El texto dice que el medioambiente está en peligro”. Esto es la idea principal: la información más importante que se desea transmitir.

 

Por último, veremos que esa idea principal se expande con detalles, ejemplos o nuevas perspectivas. Este es el rol de las ideas secundarias, que siempre derivarán de la idea principal. Así, nuestro ejemplo dirá que las ideas secundarias son: “El medio ambiente está en peligro, producto de la deforestación, contaminación de las aguas y el calentamiento global”.

Antes de finalizar, reflexionemos:

“Vacía tu mente, sé amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza, si pones agua en una botella se convierte en la botella, si la pones en una tetera, se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede aplastar. Sé como el agua. Amigo mío, el agua que corre nunca se estanca, así es que hay que seguir fluyendo”

 

Fuente: Iplacex

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